Los códigos de práctica, como el EN 60079-29-2, describen el requisito legal para calibrar detectores de gas inflamable (% de LEL) y también orientan sobre la calibración de los detectores de gas tóxico (tenga en cuenta que los detectores de gas tóxico tendrán un requisito legal para la calibración en el futuro).Por lo general, los controles deberían hacerse en un principio con intervalos semanales, pero los períodos pueden extenderse a medida que se adquiera experiencia operativa.En caso de que se requieran dos niveles de alarma, por lo general, dichos niveles se establecen entre un 20 % y un 25 % de LEL para el nivel más bajo, y entre un 50 % y un 55 % de LEL para el nivel más alto.
Los sistemas más antiguos (y de costo más bajo) requieren que dos personas controlen y calibren: una debe exponer el sensor a un flujo de gas y la escala de su unidad de control.Luego, las modificaciones se realizan en el controlador para los potenciómetros de cero y rango hasta que la lectura coincida en forma exacta con la concentración de la mezcla de gas.
Recuerde que si tienen que hacerse modificaciones en el envolvente antideflagrante, primero debe desconectarse la alimentación, y es necesario contar con un permiso para abrir el envolvente.En la actualidad, existe una cantidad de sistemas de calibración “unipersonal” disponibles que permiten que se lleven a cabo los procedimientos de calibración en el sensor mismo.Esta acción reduce considerablemente el tiempo y el costo de mantenimiento, en especial, en aquellos casos donde los sensores están en lugares de acceso complicados, como una plataforma marítima de petróleo o gas.Como alternativa, ahora existen algunos sensores disponibles que están diseñados según estándares intrínsecamente seguros (Intrinsically Safe, IS), y gracias a esto, es posible calibrar los sensores en un lugar conveniente alejado del sitio (por ejemplo, en el depósito de mantenimiento).Debido a que estos sensores son IS, pueden intercambiarse en forma libre con los sensores que necesiten reemplazo en el lugar sin necesidad de apagar primero el sistema.
Por lo tanto, el mantenimiento puede realizarse en un sistema “en caliente” y de manera más rápida y económica que los sistemas anteriores convencionales.