Dinamarca ya fabrica hidrógeno verde para impulsar el uso de la electricidad sin contaminar
Reforzando la tendencia de los países escandinavos de ser precursores en desarrollar sistemas para obtener energía cada vez menos contaminante, un prototipo de Siemens Gamesa en Dinamarca produce hidrógeno verde a partir del viento y sin conexión a la red. El prototipo ha comenzado a suministrar combustible 100 % limpio, lo que supone todo un hito para conseguir la neutralidad de carbono en 2050.
El hidrógeno verde es aquel producido a partir de fuentes de energía renovable y que tiene bajas o cero emisiones asociadas. El método de producción más utilizado es el de electrólisis, de esta forma se obtienen ambos elementos en forma pura, de acuerdo con diferentes medios internacionales.
Este proceso representa una enorme oportunidad para la transición energética: el hidrógeno verde se puede producir en cualquier lugar y se utiliza en sectores muy difíciles de descarbonizar, como la aviación y la navegación, la siderúrgica, la química y la del vidrio.
El proyecto, situado en Brande, Dinamarca, es impulsado por la empresa danesa Everfuel, y por Siemens Gamesa, empresa de energías renovables que fue creada en 2017 como producto de la fusión entre las empresas Gamesa Corporación Tecnológica SA y Siemens Wind HoldCo SL. La empresa danesa Everfuel se encarga de distribuirlo a las estaciones de hidrógeno del país nórdico, permitiendo así que un número cada vez mayor de vehículos cero emisiones, como los taxis, circulen con combustible 100% verde.
La instalación consta de un aerogenerador de Siemens Gamesa de 3 MW, que produce electricidad limpia para alimentar un electrolizador de 400 kW, a través del cual es posible dividir los dos componentes del agua: el oxígeno y el hidrógeno.
Además, una vez producido el hidrógeno para transportar a la red con la que se alimenten las industrias, el transporte pesado o incluso los vehículos livianos que tengan sistema de pila de combustible, la energía sobrante se almacena en baterías de última generación de forma que alimenten a los electrolizadores cuando no haya viento. Así, se podrá producir más hidrógeno verde. Y si esta instalación estuviera conectada a la red eléctrica, esas mismas baterías podrían distribuir esa energía eléctrica renovable a la red.
La combinación de la turbina eólica, las baterías y el electrolizador, tiene el potencial para permitir la producción de “hidrógeno verde” a escala industrial y en muy corto plazo. Tradicionalmente se asoció a este modo de generar energía eléctrica sustentable el problema de tener un elevado costo. Según Siemens Gamesa, esa ecuación empieza a equilibrarse con estos sistemas autónomos, a los cuales se les denomina “modo isla”, debido a que no necesitan estar conectados a ninguna fuente de energía externa. Estos sistemas funcionan completamente aislados, interactuando con la naturaleza para la creación de electricidad y para el proceso de transformarla en hidrógeno. La conexión exterior es de salida de energía y no de ingreso.
Esta combinación también tiene el potencial de ampliar la producción energética de ciertos proyectos eólicos existentes. Las baterías pueden almacenar la energía sobrante de forma que alimenten a los electrolizadores cuando no haya viento y se produzca más hidrógeno verde. Y en el caso de que la instalación esté conectada a la red, las baterías pueden distribuir esa energía renovable a la red, lo que aumenta su flexibilidad.
Poul Skjærbæk, director de Innovación de Siemens Gamesa afirma, «El hidrógeno verde es fundamental para descarbonizar el suministro de energía y encontrar una solución para la crisis climática. Nuestra innovadora solución ayudará a impulsar el emergente mercado de los combustibles limpios, al integrar cantidades sin precedentes de energía renovable en el sistema energético. Estamos muy orgullosos de seguir avanzando para hacer realidad la transición energética con este nuevo paso, que pone a disposición de los consumidores hidrógeno 100% verde».
La diferencia de este método aplicado por Everfuel y Siemens Gamesa con otros similares, es que generalmente, para momentos en los que no haya viento, una conexión a la red eléctrica permitía que los electrolizadores continuaran generando el hidrógeno, pero eso provocaba que dejara de ser verde por estar utilizando recursos artificiales. Si se quiere estar aislados de energía externa para todo el proceso, existen dos caminos para tomar: el primero es usar baterías como están haciendo en Dinamarca, o utilizar el mismo buffer de hidrógeno que se genera en la planta, para sostener la propia producción.
Este nuevo paso, marca un gran hito en la lucha contra la descarbonización y el cambio climático, posicionando el hidrógeno como una alternativa todavía más sostenible. En este caso se trata de Siemens, pero ya hay otras compañías que han conseguido obtener hidrógeno verde, como por ejemplo el caso más reciente de Repsol, que produce hidrógeno verde a partir de biometano.
A nivel europeo, se propone la instalación de electrolizadores para la producción de hidrógeno verde, hasta alcanzar una capacidad de 6 GW en el 2024, e incrementar al menos a 40 GW en el 2030 y en el 2050, de modo que se cuente con la capacidad necesaria para producir hidrógeno para cubrir totalmente la demanda.. Respecto de las cifras de producción, se aspira a alcanzar el millón de toneladas en el 2024. En el año 2030, la producción deberá ser de al menos 0 millones de toneladas y, en el 2050, producir todo el hidrógeno verde que sea necesario para cubrir la totalidad de la demanda.
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