La salud ocupacional es un área fundamental para el bienestar y la seguridad de los trabajadores. Se trata de un conjunto de medidas y acciones que tienen como objetivo prevenir enfermedades o accidentes relacionados con el trabajo, promoviendo condiciones laborales saludables y seguras.
En Chile, la salud ocupacional está regulada por el Ministerio de Trabajo y Previsión Social a través de diversas leyes y normativas, que vamos a profundizar a lo largo de este artículo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud ocupacional es una actividad multidisciplinaria dirigida a promover y proteger la salud de los trabajadores mediante la prevención y el control de enfermedades y accidentes.
La salud ocupacional abarca una amplia variedad de temas, incluyendo la seguridad en el trabajo, la ergonomía, la higiene industrial, la prevención de enfermedades profesionales, el bienestar emocional y la calidad de vida en el trabajo.
Desde ahí los esfuerzos de la salud ocupacional deben centrarse en la prevención, adoptando todas las medidas necesarias para que el trabajo no cause daño.
En Chile, el marco normativo que rige la salud ocupacional está contenido en varias normas legales que combinan aspectos laborales (Codigo del Trabajo y sus reglamentos), de seguridad social (Ley N°16.744 y sus reglamentos) y aspectos sanitarios (Código Sanitario y sus reglamentos), además de algunas normativas técnicas sectoriales que indican medidas de seguridad para algunos sectores particulares como el de la minería.
Desde el marco sanitario, el Departamento de Salud Ocupacional tiene la función de realizar diagnósticos a las condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo. Además, este organismo debe plantear métodos de análisis, procedimientos de muestreo y técnicas de medición para los riesgos que regula el Decreto Supremo 594 de 1999.
Hoy este es un campo de alta complejidad para el Instituto de Salud Pública (ISP) que ha reunido especialistas de la ingeniería, las ciencias sociales y de la salud, con un alto nivel de compromiso, capaz de mejorar el soporte legal, técnico y de conocimientos para la prevención de cualquier patología laboral en el país.
Un accidente de trabajo es aquel que ocurre en el ejercicio de la actividad laboral, y que causa lesiones físicas o psicológicas al trabajador. Los accidentes laborales pueden ser causados por diversas situaciones, como el uso de maquinaria peligrosa, la falta de medidas de seguridad, el estrés laboral o exposición a sustancias tóxicas.
En Chile, los accidentes laborales son una de las principales causas de mortalidad y discapacidad. Solo en el año 2022 se registraron 15.493 accidentes de trabajo, un crecimiento del 30% respecto al año anterior que preocupa al sector productivo del país. No solo por las medidas de prevención que algunas empresas no vienen implementando, sino también por las sanciones que pueden recibir.
Más información aquí. Cifras según el Instituto de Seguridad Laboral (ISL).
Una enfermedad profesional es aquella que se produce como resultado de la exposición a agentes nocivos presentes en el lugar de trabajo. Estas enfermedades pueden tener efectos a largo plazo en la salud del trabajador, generalmente son causadas por la exposición a sustancias químicas, radiaciones o agentes biológicos.
En Chile, las enfermedades profesionales son un problema importante de salud pública, y están reguladas (como se mencionó anteriormente) por la Ley N°16.744 de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales.
Esta ley fue creada luego de un trágico accidente que ocurrió en la mina El Teniente, ubicada en la región de O'Higgins.
En 1945 se produjo una explosión en la mina que dejó como resultado 355 mineros fallecidos y 747 heridos. Este accidente, considerado uno de los más grandes de la historia minera mundial, fue el detonante para la creación de la Ley N°16.744 y los reglamentos eléctricos chilenos. Más información aquí.
Uno de los principales objetivos de la Ley N°16.744 fue mejorar la seguridad en el trabajo y prevenir accidentes laborales en distintos ámbitos, incluyendo el eléctrico. A través de esta ley se establecieron normas y regulaciones específicas para el uso seguro de la electricidad en el lugar de trabajo. Además, se crearon entidades encargadas de fiscalizar y velar por el cumplimiento de estas normas.
Aunque la norma nació a finales de los años 1960 es importante retomar el contexto: desde la época de la colonia, donde estaba normalizada la esclavitud, fueron dándose hitos a través de la historia de Chile que permitieron una evolución hasta el sistema y las garantías que tienen los trabajadores en la actualidad.
En el ámbito de los reglamentos eléctricos, la normativa ha evolucionado significativamente en los últimos años. En Chile, la normativa eléctrica es regulada por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), y tiene como objetivo establecer los requisitos de seguridad y calidad que deben cumplir las instalaciones eléctricas. La importancia de esta normativa radica en la necesidad de garantizar la seguridad de las personas que trabajan con electricidad, así como la de los usuarios que utilizan instalaciones eléctricas.
La capacitación y la formación técnica son fundamentales como el curso de Requisitos legales nuevos Reglamento Eléctricos en Chile de Comulsa son fundamentales para prevenir accidentes eléctricos y enfermedades ocupacionales relacionadas con la exposición a la electricidad.
Es importante que los trabajadores que realizan labores eléctricas estén capacitados adecuadamente e identifiquen la nueva estructura del Reglamento DS109, junto con sus pliegos técnicos, además de contar con una formación en seguridad eléctrica que les permita realizar su trabajo de manera segura. Concluyendo así uno de los temas de mayor importancia para trabajadores y empleadores en Chile.